La Página
Por ASAID CASTRO
Morelia, Michoacán.- Bajo el techo del Pabellón Artesanal, Daniel Gerardo Rangel Baldovinos monta su stand de rompecabezas didácticos. Originario de Quiroga e integrante de la comunidad indígena del Calvario, expone juegos que desafían la mente y la memoria.
Su apodo no podría ser más propio, pues a Daniel le apodan “El Rompecabezas”, pues diseña y ensambla juguetes que combinan tradición y lógica. Cree que estos retos mentales son vitales para todas las edades.
«La mente necesita ejercicio más allá de la pantalla», explica mientras organiza sus piezas con precisión y se dispone a armar un Cubo Soma, una especia de cubo de madera que puede tomar distintas figuras.
«Puede tomar casi cualquier forma, un sillón, una casa, un avión, y hasta un escorpion» explica mientras dispone sus hábiles y curtidas manos por la madera, para crear figuras.
Destaca una flor de nueve pétalos, un elemento dificil de armar y desarmar, son 9 piezas que se recompone siguiendo un manual ilustrado, o si eres habil, a pura logica. Niños, adolescentes y adultos encuentran en este juego un pasatiempo retador que exige concentración y paciencia, según explica Daniel.

Entre ingenio y madera reciclada
Su materia prima proviene de maderas de parota y pino donadas por carpinteros de Quiroga. Daniel recolecta tablas desechadas, las limpia y rebana sin desperdiciar ni un trozo, demostrando su compromiso con la sostenibilidad y el oficio artesanal.
«No me gusta la tala, estoy en contra de eso pero hay que aprovechar lo que ya hay. Cobro por mi trabajo, pero toda la madera es reciclada, por eso hay unas de mejor calidad», explica mientras sostiene un carrito en miniatura.
También presenta puzzles de alta complejidad: un octaedro de ocho caras, miniaturas con centenas de piezas e incluso la torre de Hanoi, todo elaborado por sus manos. Dice que tambien rescata diseños, algunos perdidos, y otros de diseño propio gracias a su investigación y pasión matemática.

Juego como deporte para el cerebro
En su stand, Daniel trabaja en vivo: talla, ensambla y guía a los visitantes en cada paso. Ofrece demostraciones, proporciona manuales y comparte estrategias de armado.
«Un buen trato es clave: un cliente satisfecho vuelve por nuevos retos», afirma sonriente.
El Festival abre de 10:00 a 20:00 horas; allí la Casa de Artesanías de Michoacán respalda su labor, facilitándole un espacio donde conecta con coleccionistas, educadores y amantes de lo lúdico, difundiendo el valor cultural de los juegos tradicionales.

Su apodo no es casual. Respaldado por diez años de experiencia, “El Rompecabezas” recibe encargos de piezas personalizadas y ha ganado reconocimiento por fusionar arte, matemática y juego.
Al recorrer su stand, se comprende que sus piezas trascienden el entretenimiento: son herramientas para ejercitar la mente y conservar técnicas ancestrales.

Fotos ACG