La Página
Por ASAID CASTRO/ACG
Morelia, Michoacán.- Desde las 10:00 h de este Jueves Santo, cientos de fieles se congregaron en el atrio del Templo de la Columna para la tradicional bendición de las “herencias” —pan bendito, manzanilla, monedas y demás simbolos— para dar inicio así a la Visita de los Siete Templos, que se prolongará hasta pasadas las 22:00 h en el Centro Histórico.
Con flujo moderado en templos como la Catedral, San Francisco y Las Monjas, muchos han completado ya su itinerario antes del atardecer. A la salida de los templos, permanecen vendedores de charamuscas, artesanías y, aunque el Domingo de Ramos queda atrás, aún se hallan vendedores de palmas tejidas.
«Ya pasó el domingo, pero las palmas siguen vendiéndose para proteger la casa. Cuando se avecinan las borrascas, las queman para espantar la lluvia y cuidar sus techos de lámina” casaxplica Soledad, una vendedora de la tercera edad en San Francisco, que dice practicar este ritual pues teme el viento o el agua le tiren su techo de lámina.
Erick López, sacristán del Templo de la Columna, comenta que el ritual arrancó puntualmente a las 10 de la mañana y confía en que los últimos devotos salgan hasta entrada la noche.
Un dato histórico distingue a este templo: se edificó sobre lo que fuera la antigua Hacienda de San Pedro, en los terrenos cercanos a la Zapatería Tres Hermanos por San Francisco. «Era un espacio reservado para indígenas, mestizos y africanos, la gente pobre que trabajaban en la hacienda y pedían un lugar para su culto”, relata López.
Aunque el termómetro marque cerca de 30 °C, la gente desafía el calor con sombrillas, gorros y abanicos, decidida a no interrumpir su recorrido.
Esta tradición, introducida en Morelia durante el siglo XVI, rememora las siete estaciones de la pasión de Cristo entre la Última Cena y la crucifixión. Cada templo simboliza una de esas estaciones y he de aquí que nace la tradición, en modo de sacrificio para rezar en cada templo.