La Página
Por VERÓNICA TORRES MEDRANO
Morelia, Michoacán.- El directivo del penal y personal de guardia y custodia del Centro Penitenciario La Piedad son investigados por presunta responsabilidad de “delito culposo y omisión, o doloso” por la fuga de tres reos.
Y es que el titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Adrián López Solís, refirió que el pasado lunes, a las 20:45 horas, se dieron a la fuga tres reos, de quienes se sospecha planearon su salida y pudieron contar con apoyo del interior del Centro Penitenciario, así como del exterior, toda vez que un vehículo los esperaba.
Y es que relató, conforme a la investigación que se está realizando, que a las 20:45 horas del pasado lunes se concretó la fuga, tras traspasar los perímetros de seguridad y que una puerta, aparentemente, no tenía candado, además de que se rompió la malla ciclónica y pudieron llegar a una torre de vigilancia que no tenía custodia. “Colgaron hamacas y descendieron al terreno”, dijo al precisar que afuera abordaron un vehículo para darse a la fuga. “Había personas esperando afuera”.
Aseguró que hay un operativo de seguridad desplegado para la búsqueda de los reos, además de que se ha solicitado al juez que se gire la orden de recaptura por la sustracción de violencia.
Inclusive, resaltó, por la evasión de presos, por lo que hay una carpeta de investigación por dos delitos, ya sea nivel doloso por la participación de adentro o culposo por alguna negligencia que se detecte en el caso.
Los reos que se fugaron fueron identificados como Vicente Aguilar Huante, de 27 años de edad, originario del municipio de Zacapu y procesado por homicidio calificado y robo calificado grave; Juan Carpinteyro y/o Juan Carpinteiro Pavón, de 30 años, de la Ciudad de México y acusado del delito de homicidio; y Francisco Javier Acosta Lara, de 31 años de edad, originario de Morelia y sentenciado por homicidio calificado y robo.
De acuerdo a Adrián López Solís, dos de los individuos están relacionados con el homicidio de José Alfredo López Guillén, párroco del poblado de Janamuato, municipio de Puruándiro, en el 2016, y el tercero tiene orden federal por disposición de portación de arma de fuego.
Vicente Aguilar y Francisco Javier Acosta eran elementos del Ejército Mexicano y fueron detenidos en octubre de 2016, el 19 de septiembre de ese año asesinaron al sacerdote, de quien fue encontrado su cadáver días después en la carretera Puruándiro-Zináparo, con cuatro impactos de bala en el estómago y envuelto en una cobija.
