Categoría: HISTORIAS

  • ”En Michoacán Se Lee” impulsa lectura en escuelas de Tierra Caliente: Gaby Molina

    ”En Michoacán Se Lee” impulsa lectura en escuelas de Tierra Caliente: Gaby Molina

    La Página Noticias

    • Se benefician 2 mil 500 estudiantes y docentes con talleres y libros

    Apatzingán, Michoacán, 13 de junio de 2025.- El programa “En Michoacán Se Lee”, de la Secretaría de Educación del Estado (SEE), a cargo de Gaby Molina, marca una diferencia en la región de Tierra Caliente. La Secundaria Técnica 5 de Apatzingán fue sede del taller de lectura y creación literaria, donde participaron más de mil 300 estudiantes y se entregaron bibliotecas a docentes de 30 telesecundarias de la región, para generar un impacto global en 2 mil 500 alumnas y alumnos.

    El coordinador del programa, Gustavo Ogarrio, señaló la importancia de la lectura por placer. Durante su exposición, hizo hincapié en la entrega de colecciones de bibliotecas móviles, un sistema que permite el intercambio de libros entre los estudiantes, asegurando su derecho al acceso a la lectura. Asimismo, enfatizó la necesidad de que los docentes redescubran el disfrute de esta actividad, transformando la lectura de una obligación en una actividad placentera y gratificante para todos.

    Los talleres, impartidos por Roberto Tapia y Luna Monroy junto a Gustavo Ogarrio, estructuran el fomento a la lectura en tres fases claras. Primero, la entrega de libros a los participantes. Después se trabaja en la lectura de comprensión, guiando a los estudiantes a entender y analizar los textos. Finalmente, se fomenta la redacción de historias propias, estimulando la creatividad y la expresión escrita entre los alumnos y docentes.

    Estas acciones no solo impactan a los 2 mil 500 estudiantes de la región, sino que también fortalecen las habilidades de la plantilla docente. El objetivo es crear un ambiente escolar donde la lectura sea una actividad integral y enriquecedora, promoviendo el desarrollo de habilidades lingüísticas y el pensamiento crítico desde temprana edad en las aulas michoacanas.

    La presencia en el encuentro de Javier Iván Santamaría, director regional de la SEE, subraya el compromiso institucional con esta causa. Afirmó que “toda lectura nos debe llevar a la felicidad”, y resumió la filosofía detrás de este programa, que busca no solo mejorar la comprensión lectora, sino también cultivar un vínculo emocional positivo con los libros y el conocimiento en las escuelas del estado de Michoacán.

  • HISTORIAS. Una vida entre globos: La historia de la familia Calvillo Bautista en el Centro Histórico de Morelia

    HISTORIAS. Una vida entre globos: La historia de la familia Calvillo Bautista en el Centro Histórico de Morelia

    Por Félix Madrigal

    Morelia, Michoacán.-Desde hace 48 años, la familia Calvillo Bautista ha sido parte inseparable del paisaje urbano en el centro histórico de Morelia. Todo comenzó en junio, durante las festividades del Señor de la Columna, cuando Sara Calvillo Bautista y su esposo se aventuraron a iniciar su negocio de globos y juguetes artesanales, a pesar de que en ese momento el comercio ambulante aún enfrentaba restricciones por recientes reordenamientos de la ciudad.

    “Yo empecé por mi chamaco”, recuerda la señora Sara, quien cuenta que su hijo mayor, siendo apenas un niño, comenzó ayudando a inflar globos y a fabricar figuras de esponja: chapulines, ratas, aviones y otros juguetes que se elaboraban a mano, en una época donde la creatividad artesanal dominaba el comercio popular.

    Con el tiempo, la venta de globos evolucionó a un esfuerzo familiar más grande. María del Rocío, hija de Sara, junto con sus propios hijos, nietos y algunos conocidos, mantiene viva la tradición en varios puestos ambulantes ubicados en la Plaza Melchor Ocampo.

    La señora Sara considera esta plaza como su “segunda casa”, pues la mayor parte del tiempo la familia está ahí trabajando. Sin importar si llueve, hace viento o el sol cae implacable, ellos permanecen ofreciendo sus productos a morelianos y visitantes. “Estamos más aquí que en nuestra casa”.

    Actualmente, enfrentan una nueva preocupación: desde hace dos semanas no hay luz en la Plaza Melchor Ocampo, situación que les inquieta debido al riesgo de robos o incidentes, especialmente en las noches. “Nos da miedo que nos pase algo”, comparten.

    En aquellos años, la plaza y sus alrededores lucían muy distintos. “Antes había bancas de fierro y venían familias enteras desde Pátzcuaro y Uruapan cada fin de semana”, recuerda doña Sara, quien también relata cómo su esposo, acostumbrado a trabajar largas jornadas como maestro de albañilería, no tuvo problema en adaptarse al ritmo exigente del comercio ambulante. Lamentablemente su esposo murió por un accidente en su trabajo como albañil.

    La historia de los Calvillo Bautista también se entrelaza con la organización colectiva: fueron fundadores de la Unión de Globeros Michoacanos Cardenista, un gremio que buscó defender los derechos de los comerciantes ante las autoridades municipales.

    Hoy, a casi medio siglo de distancia, la familia continúa preservando esta tradición, adaptándose a los cambios de la ciudad, pero sin perder el espíritu artesanal y comunitario que los ha definido desde sus inicios.

    “Gracias a las ayudas y al apoyo, hemos podido seguir”, reconoce doña Sara, quien ve en sus hijos y nietos la continuidad de un esfuerzo que comenzó por amor a su familia, y que hoy forma parte del corazón vivo del centro de Morelia.

    Fotos ACG

  • Entre el silencio y la tradición se desarrolla la Archicofradía de Matraqueros y Campaneros de Catedral

    Entre el silencio y la tradición se desarrolla la Archicofradía de Matraqueros y Campaneros de Catedral

    La Página

    Por ALFREDO SORIA/ACG

    Morelia, Mich., a 17 de abril.- Entre el silencio de las campanas y el retumbar seco de la madera, un grupo de hombres mantiene viva una de las tradiciones más solemnes de la Semana Santa en Morelia. Uno de ellos es Ulices Alejandro García Martínez, carpintero de oficio y campanero por vocación.

    Tiene 45 años y desde hace siete forma parte de la Archicofradía de Matraqueros y Campaneros de Catedral. Supo de la cofradía gracias a una invitación pública en redes sociales. “Hizo la invitación por redes sociales para asistir a un repique especial, y pues asistí… desde pequeño tenía ganas de subir a las torres”, recuerda. “Me invitó si quería seguir participando, y pues a la fecha aquí sigo”.

    Durante los días santos, las campanas se silencian por completo. Ulices explica que este acto tiene un profundo significado litúrgico: “Las campanas son símbolo de alegría, de fiesta… por los días santos, días solemnes, días de luto por la muerte de Nuestro Señor, pues las campanas se silencian. No podemos estar repicando las campanas a revuelo por el luto. Entonces, en lugar de las campanas, se toca la matraca monumental con un sonido seco, un sonido más tenue”.

    Él mismo participó en la elaboración de una réplica de esa matraca, una pieza que no está en las torres, pero sí es mostrada al público y utilizada durante la Procesión de la Anuencia, que parte desde el templo del Señor del Prendimiento hasta Catedral. “Tuve el honor, el privilegio de poder participar en la elaboración junto con mi papá, que nos apoya también aquí en la cofradía… también participó otro tío, y uno de mis hijos, que en ese tiempo tenía 13 años”.

    La cofradía está compuesta por unas 60 personas. Durante la Procesión del Silencio, participan cerca de 45 o 50 personas, mientras que otros compañeros se encargan de tocar la matraca durante la procesión. Es un servicio completamente voluntario. “El poder subir a las torres, el poder estar en un edificio histórico, religioso, el poder disfrutar desde allá arriba la vista de la ciudad, pues es algo maravilloso”.

    Más allá de la emoción de estar en las alturas, la Semana Santa es para él un tiempo de introspección. “Es una experiencia de paz… estos días nos invitan a la meditación, a la reflexión. Ahorita se vive en unos momentos muy difíciles en la sociedad, de violencia, de malas situaciones… cada día debemos de pedir por la paz de la ciudad, en el mundo entero”.

    Pero formar parte de la cofradía no es tarea sencilla. Requiere compromiso, tiempo y muchas veces sacrificios personales. “Requiere sacrificios y tiempos de trabajo, tiempos de la familia. Mi esposa, mis hijos, me apoyan mucho, pero de repente sí siento que les quito un poquito de su tiempo”.

    A pesar de lo demandante, el interés de nuevos miembros sobre todo jóvenes sigue presente. “Tenemos varios candidatos, pero ahorita, como te comento, por su seguridad… como son escaleras, estar cerca de los balcones… se requiere un poco más de madurez”.

    Cada domingo a las once de la mañana, los integrantes se reúnen en la puerta de la torre Oriente para subir al campanario, hacer los llamados a misa del mediodía y tocar las campanas del Ángelus. Antes de hacer sonar las campanas, realizan una oración en comunidad. “Ofrecemos por los mismos compañeros que participan, las familias, los amigos, ofrecemos por la ciudad, por la situación que se vive de repente, de violencia”.

    Para Ulices, cada toque, cada ascenso, cada silencio y cada repique, es una forma de agradecer. “Es un privilegio, es todo un honor, es algo muy bonito… el poder servir de algún modo, el agradecer, el ofrecer a nuestra Madre Santísima, Padre Santo, por todas las bondades que nos ha dado: las angustias, las tristezas, el trabajo, sobre todo la familia… lo bueno y lo malo, lo que pasa en la vida… siempre hay que agradecer”.

  • “Es como caminar con ella en su dolor”: Jessica Yunuen Gallardo Camarena y su devoción en la Procesión del Silencio

    “Es como caminar con ella en su dolor”: Jessica Yunuen Gallardo Camarena y su devoción en la Procesión del Silencio

    La Página

    Por FÉLIX MADRIGAL/ACG

    Morelia, Michoacán.-Jessica Yunuen Gallardo Camarena, de 44 años, siempre se conmovió con la solemnidad de la Procesión del Silencio. Año con año la observaba desde las banquetas del Centro Histórico de Morelia, hasta que un día, tras la pandemia, decidió que ya no quería ser sólo espectadora.

    “Le pedí a un amigo que me ayudara a entrar. Él me conectó con la directora del grupo de la Virgen de la Soledad, y así comencé a participar. Desde entonces, cada Viernes Santo camino con ella”.

    Desde hace cuatro años forma parte del contingente femenino que acompaña a la imagen de la Virgen de la Soledad, una de las más veneradas en esta tradición. Vestida de riguroso luto, con peineta y mantilla española, vestido negro largo y rosario entre las manos, Jessica camina en silencio por las calles del centro, entre el sonido de tambores y cantos que rasgan el alma.

    “Es como ver pasar a Dios”, dice. “Sientes un vacío, una tristeza profunda. Y al mismo tiempo una conexión muy fuerte con la fe. Es como caminar con ella en su dolor”.

    El recorrido comienza en el templo de San Diego, ubicado frente a Las Tarascas. De ahí parte la procesión por toda la Avenida Madero. A lo largo del camino, hay varios puntos de pausa donde le cantan a la Virgen, y el trayecto culmina en el templo de Capuchinas, donde la imagen es resguardada hasta el próximo año.

    Aunque Jessica no carga directamente la imagen (area asignada a los hombres), ha sido portadora de símbolos clave del Viernes Santo: los clavos, la corona de espinas, los estandartes. “Todo se asigna con respeto. No hay discusión, todas nos apoyamos, es una hermandad muy bonita”, asegura.

    El momento más emotivo, para Jessica, llega al final. “Cuando la dejas en Capuchinas, es como entregarla de nuevo. La virgen es muy milagrosa que hasta la cera que cae de las velas, la gente lo guarda y con el tiempo prenden esa cera pidiéndole a la virgen un milagro. Hay una energía muy especial”.

    Jessica recomienda vivir esta experiencia: “Sí. Así como a mí me ayudaron a entrar, yo también invitaría a quien tenga fe y ganas de vivirlo. No necesitas tener un gran nivel de religiosidad, sólo respeto y devoción. Es algo que de verdad te transforma”.

  • “Subimos todos y bajamos todos”, Fátima Guadalupe combate incendios forestales con la valentía de una gran mujer

    “Subimos todos y bajamos todos”, Fátima Guadalupe combate incendios forestales con la valentía de una gran mujer

    La Página

    Por VÍCTOR ARMANDO LÓPEZ

    Estaba a punto de rendirse, el Cerro de La Joya ardía, los árboles perdían la batalla. Llegó un cambio de viento y las llamas se volvieron en su contra. En ese momento Fátima Guadalupe Domínguez Rodríguez volteó y observó que su cuadrilla seguía firme, lo que la motivó a apagar de una vez por todas esa reserva natural. ¡Y lo lograron!

    Ella es Médica de profesión, la cual ha dejado a un lado pues le preocupa mucho que los pulmones naturales de Michoacán sigan funcionando. De ahí que desde hace algunos inició como brigadista de manera voluntaria, pues también desea que los niños y la sociedad en general tengan espacios naturales y un entorno hermoso.

    Con el tiempo tuvo que irse capacitando, Fátima Guadalupe recuerda que los brigadistas de Santa Fe de la Laguna fueron los primeros en confiar en cuatro mujeres dispuestas a combatir los voraces incendios forestales, compartiendo con ellas su experiencia y conocimiento. Sin embargo, hubo cortadores de aguacate que las discriminaron por su sexo, puntualizando: “Esas viejas qué hacen acá, deberían estar en su casa haciendo tortillas y cuidando a sus hijos”.

    Pero eso no astilló su invencible convicción, y ahora señala: “Con trabajo hemos demostrado que las mujeres también podemos y tenemos valor. Que podemos ocupar puestos importantes y que sabemos desempeñarlos de manera eficiente”.

    De ahí que la doctora, originaria de Lagunillas, Michoacán, actualmente comanda a Protección Civil de ese municipio, así como a la Brigada Forestal 724 (conformada por 13 miembros, en su momento cuatro eran mujeres). A todos los integrantes los ve como familia, por lo que los cuida con amor maternal. “Aquí está claro: Subimos todos, bajamos todos”.

    La encomienda que tiene como jefa de brigada ha sido contundente, pues lleva tres años evitando que se incendie el Cerro del Águila en la parte de Lagunillas. Su equipo se siente en deuda en este lugar, pues alguno de sus integrantes murió combatiendo las llamas.

    La comandanta Fátima recuerda que sus padres le infundieron un gran amor por la Medicina, pero ella sintió la inmensa necesidad de rescatar el entorno, para dejar a sus hijos y sociedad un mejor futuro rodeados de gran diversidad de flora y fauna.

    Domínguez Rodríguez expresa que siempre hay miedo al momento de combatir los incendios forestales, pues se registran situaciones inesperadas como choque de corrientes, levantamiento de torbellinos o cambios de viento, como les sucedió tanto en el Puerto del Tigre como en el Cerro de La Joya en Morelia.

    “Siempre que combatimos el fuego estamos pensando en la familia, en los compañeros. Las mujeres nos armamos de mucho valor, enfrentarse a las llamas no es fácil. Debes tomar decisiones rápidas y tener mucha convicción”.

    Fátima Guadalupe recuerda que junto con su cuadrilla han sentido un peligro extremo al brindar apoyo para combatir incendios en los cerros de Los Tanques y La Joya, en Pátzcuaro y Morelia, respectivamente, una vez que las condiciones climáticas complicaron la labor.

    Como parte de su labor, también platica con campesinos y ganaderos exhortándolos a tener mucho cuidado al momento de quemar pastizales. Fátima es una mujer que con valor y convicción demostró que el género no es una limitante para servir a la sociedad.

  • HISTORIAS. Pasó de brindar fisioterapia pediátrica en el CRIT-Michoacán, a ser paciente por cáncer

    HISTORIAS. Pasó de brindar fisioterapia pediátrica en el CRIT-Michoacán, a ser paciente por cáncer

    La Página

    Por VÍCTOR ARMANDO LÓPEZ

    Morelia, Michoacán.-Con gran pasión y gusto, Paulina Vega trabajaba como fisioterapeuta pediátrica en el CRIT-Michoacán, labor que tuvo que abandonar para atenderse y cuidar su salud, pues le diagnosticaron cáncer de mama invasor.

    En tres estudios salió bien, pero semanas después ella descubrió que su cuerpo cambiaba y se manifestaba algo raro.

    Hace un año empezó a tener síntomas raros y sospechas de que algo no estaba bien. Notó cambios en la coloración de su piel, vinieron las molestias y algunos dolores.

    De ahí que asistió con tres especialistas, y en igual número de estudios todo salió bien. Pero la vida da giros inesperados, y fue hace seis meses que le dieron el diagnóstico que nunca nadie espera recibir.

    Paulina Vega estudió la Licenciatura en Fisioterapia y Rehabilitación en la Universidad Marista Valladolid, por convicción y profesión le gusta mucho ayudar al prójimo, por ello la gran labor que desarrollaba en el CRIT-Michoacán, labor que espera volver a retomar, aunque el tiempo es difícil de calcular.

    Hoy cuenta con 27 años de edad, pero su espíritu de servicio y anhelo de vida parece inquebrantable. Sabe que el camino es largo, pues de ocho quimioterapias programadas ya lleva seis. Luego vendrá la operación para extirpar el tumor y posteriormente las radioterapias.

    “Actualmente me atiendo en el IMSS de Charo, me recomendaron 8 quimioterapias, de las cuales ya llevo 6. A las mujeres de 20 años les recomiendo que vayan a revisarse, no crean que por ser jóvenes no pueden ser víctimas. Ustedes conocen su cuerpo y cualquier cambio será notorio”, puntualiza.

    El viernes Paulina Vega recibió el apoyo del Gobierno de Michoacán: ”Mujeres con cáncer de mamá y/o cérvico uterino invasor” (4 mil pesos mensuales), mismo que agradece de manera infinita, pues todo lo que conlleva esta enfermedad genera elevados costos.

    “Recibir este apoyo del gobierno es de mucha ayuda, para solventar gastos diversos. Por ejemplo, lo que se invierte en medicamentos y quimioterapia es caro. Hay que pagar estudios previos, transporte. Pero la ayuda no es sólo para mí, también se le brinda a muchas mujeres, a las cuales se les dificulta viajar para ser atendidas”, concluye.

    Hay que destacar que este viernes del Gobierno de Michoacán hizo entrega de mil 700 apoyos económicos, correspondientes a febrero de 2025, a mujeres con cáncer de mama y/o cervicouterino, ubicadas en 109 municipios de la entidad.

  • HISTORIAS. Pablito el niño-hombre que voló destrozado tras pisar una “narco-mina” en Michoacán

    HISTORIAS. Pablito el niño-hombre que voló destrozado tras pisar una “narco-mina” en Michoacán

    La Página

    Por VÍCTOR ARMANDO LÓPEZ

    Morelia, Michoacán.-A los 7 años dejó de ver a su padre. Su madre quedó sola al cuidado de tres hermanos, por lo que Pablito Ríos Buenrostro apenas terminó la primaria tuvo que empezar a trabajar, pues siendo el mayor tenía que ayudar a su progenitora, para que todos tuvieran algo que comer.

    Se tuvo que convertir en el hombre de la casa con tan solo una década a cuestas. Y es que la vida en la tierra caliente de Michoacán no es fácil. Hay mucha desatención, pobreza, pocas oportunidades y lamentablemente se vive en un ambiente de inseguridad y riesgos, pues ahí es un gran asentamiento del crimen organizado.

    Quizá ese ambiente o una sed de justicia, le hacían soñar a Pablito con ser militar. Aunque también le gustaba jugar futbol, pasear en la plaza y estar en su casa. “No andaba en la calle, era muy serio, no lo veía con novias”, recuerda su mama Mayra Alejandra Buenrostro.

    Ella lo recuerda como un niño y adolescente muy trabajador, pues desde que acabó la educación primaria en la escuela “Vicente Guerrero”, en Apatzingán, iba a la cosecha de limón, pero también vendía esta fruta en bolsas de plástico. Incluso, con lo que ganaba y mucho trabajo, construyó con su madre una casa en el campo, fabricada con madera, láminas, plástico y palos. Donde toda la familia vivía (contando a sus dos hermanos menores de 11 y 9 años, hasta el fatídico día.

    En enero de este año, Pablito cumplió 15 años. Una mañana de estos días de febrero salió a trabajar a la parcela, como siempre para cosechar limón, iba junto a un tío de 42 años de edad. Él llevaba el azadón al hombro, listo para trabajar. Lejos estaba de imaginar que en el primer movimiento tocaría una “narco-mina”, lo que haría que su cuerpo volara en cientos de pedazos. Explosión que también provocaría la muerte de su acompañante, días después en el hospital.

    La mamá de Pablito se enteró de la muerte su hijo luego de una llamada que le hiciera su hermana. Su dolor sobrepasó lo inimaginable, y en ese marco se enteró de las declaraciones oficiales que sobre este caso hicieron desde el Ejercito, la Fiscalía General de Michoacán y de la Secretaría de Seguridad Pública, quienes señalaron por ejemplo: “Hay datos que pudieran sugerir que no necesariamente son víctimas, sino que, en alguno de los casos (sic), estaban manipulando el artefacto explosivo improvisado”, afirmó Adrián López Solís.

    A lo que su madre, Mayra Alejandra Buenrostro, puntualiza que llegaron a esas conclusiones sin hacer investigación alguna, tanto que a ella ni siquiera le preguntaron nada. De ahí que exige a estas figuras que brinden una disculpa pública hacia la memoria de su hijo, pues lo han hecho pasar de un niño y joven trabajador, a un integrante del crimen organizado.

    Hay que recordar que hace semanas el dirigente estatal del PRI-Michoacán, Guillermo Valencia Reyes, alertó que desde el municipio de Cotija hasta Tepalcatepec había kilómetros de caminos minados, mismos que ponían en riesgo la vida de elementos del Ejército Mexicano, así como de la población en general. Incluso, fue a esa zona, y colocó varios anuncios de alerta, ante campos minados. Letreros que “mágicamente” desaparecieron.

    A consecuencia de las “narco-minas” colocadas en la tierra caliente de Michoacán, como parte de la disputa de la zona por parte de grupos criminales, ya han fallecido elementos de seguridad, maestros, campesinos y Pablito, quien pasó de niño a hombre por la pobreza, y de ejemplo de fortaleza y lucha, a victimario, porque así lo imaginó la autoridad.

     

     

  • Milagros, la perrita del helado; abandono de mascotas se incrementa casi un 3 mil por ciento

    Milagros, la perrita del helado; abandono de mascotas se incrementa casi un 3 mil por ciento

    La Página

    Morelia, Michoacán.-El abandono de animales en Morelia ha alcanzado cifras alarmantes. Según el Centro de Atención Animal (CAA), en los últimos cuatro años la incidencia ha aumentado en un 2,900 por ciento.

    Antes de la pandemia, la tasa era del 3%, pero ahora entre el 80% y 90% de los animales en la ciudad han sido abandonados. A diario, el CAA recibe entre 12 y 15 reportes de perros y gatos en condiciones precarias.

    Sin embargo, en medio de esta crisis, hay historias que demuestran que la esperanza aún existe.

    Una mañana, entre la basura de un lote baldío, unos chillidos rompieron el silencio. Eran de una cachorra abandonada dentro de una bolsa de basura. Pero su historia no terminó ahí. Rescatada por una familia, su vida dio un giro inesperado. La llamaron Milagros.

    Hoy, años después, Milagros es una perrita feliz y consentida, con una afición peculiar: el helado de McDonald’s. Lo curioso es que su familia es dueña de una heladería, pero ni la mejor receta casera logra remplazar a su favorito. Cada vez que pasa por la avenida Madero, su emoción es inconfundible al ver el local frente al templo de Las Monjas. Hasta dos helados es capaz de devorar en un solo paseo.

    El caso de Milagros es un recordatorio de que, aunque el abandono es un problema serio, la adopción y la tenencia responsable pueden cambiar vidas. No todos los animales tienen la misma suerte, pero cada rescate es una oportunidad para darles el hogar que merecen.

    Fotos e información: Félix Madrigal/ACG.