La Página
Por VERÓNICA TORRES MEDRANO
Morelia, Michoacán.- “A ver señores policías, ¡háganse a un lado!” se escuchó y fue el pitazo para intentar entrar a la fuerza al Congreso del Estado.
Hombres y mujeres indígenas tomaron lo necesario contra los granaderos, ante la falta de negativa de atención por parte de los diputados.
Pero, ¿dónde estaban los legisladores? Mientras se les insistió que los diputados se encontraban en otro lugar, los indígenas se indignaron ante la negativa de atención. El encontronazo se dio de todas partes.
Botellas de vidrio y de plástico volaron hacia los granaderos, los negocios cercanos al recinto Legislativo cerraron por temor a la violencia y los transportistas, que mantenían la toma contra los diputados, se hicieron a un lado y dejaron que los indígenas hicieran lo suyo.
Hoy, los diputados vieron las reformas electorales que deberán aplicarse en el próximo proceso electoral. Un tema indígena está sobre la mesa y tiene que ver con el autogobierno.
Esto molestó a los integrantes del Frente por la Autonomía, quienes marcharon en la capital michoacana para manifestarse en el Congreso. La no atención a su petición, orilló a un connato de bronca.
“Vamos a entrar”, gritaban las mujeres y, en las bocinas que llevaban se escuchó, “con todo compañeros”.
Los indígenas se dejaron a los granaderos, los empujones se dieron con todo y los elementos se defendieron con los escudos protectores. Humo blanco salió del lado los policías, los indígenas se replegaron ante el gas lacrimógeno.
A un indígena le pegaron con el extintor en la cabeza, en la espada una bolita color amarillo resaltó, los granaderos contratacaron con pistolas de gotcha (pintura).
Botellas de vidrio y de plástico salieron volando del lado de los indígenas, los policías usaron las sobrevivientes para defenderse; prohibir la entrada al Congreso, el objetivo.
Minutos antes de la bronca, se les informó a los indígenas que no había diputados para atenderlos, ellos prefirieron sesionar en otro lugar. Sin embargo, los indígenas consideraron una falta de respeto la atención, que fue lo que detonó en el connato de bronca.
“Vamos pa’dentro” insistían los indígenas antes del repliegue; ya separados comenzaron los gritos “a poco van a pelear” y “señor policía, que lástima me das”.
Una fila de granaderos impedía el paso al acceso principal del Congreso, inclusive cerró la avenida Francisco I. Madero. Los indígenas rodearon la cuadra para llegar por el otro lado; los policías los esperaron con otra fila.
Una valla metálica traían los indígenas, se pensaba iban a agredir con eso, pero la indicación a los granaderos fue salir del lugar y las cosas volvieron a la calma por un momento hasta que uno movió la valla a la entrada del Congreso.
Nadie se acercaba, nadie hacía nada hasta que tres mujeres, con su vestimenta indígena bien portada, y con orgullo, levantaron la valla y golpearon ocho veces la puerta del Congreso.
Los gritos se hicieron presentes que hasta los transportistas golpearon la puerta con la valla metálica. Hasta la tarde de este jueves, los indígenas permanecen afuera del Congreso del Estado.
